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Para limpiar bien tu lámpara de cristal te recomendamos una mezcla de mitad agua y mitad amoniaco y verterlo todo en un recipiente. También es aconsejable colocar una superficie de plástico para que este proceso no ensucie el resto del mobiliario de tu casa. A la hora de pulverizar la lámpara (de arriba a abajo), puedes apagar la corriente eléctrica para una mayor seguridad. Deja actuar el líquido e irá cayendo el agua sucia al plástico que has colocado. Cuando deje de gotear y se seque, ¡tu lámpara interior estará como el primer día!